miércoles, 10 de marzo de 2010

DOCE BESOS

Un, dos, tres, cuatro, cinco..y así hasta doce, doce son las campanadas q resuenan en la ciudad, doce es el número q a golpes de campana da la bienvenida a un año más. El q murió, se llevo con él aquel dolor q en ella permanecía, aquel dolor q tanto la inquietaba q no la dejaba dormir, era tempestad nocturna para ahora ser cenizas en el pensamiento. Tenia q ser un fin de año especial, él quería entregarle todo su amor, cómo siempre hizo...en palabras, gestos, miradas en aquellos doce besos que cada Nochevieja posaba en sus labios..ellos cambiaron a la costumbre, no eran uvas, sino tiernos y adorables besos, doce besos con los cuales daban la bienvenida a un nuevo año lleno de vida e ilusión.
Desde hacia dos años habían cambiado el habito del cotillón por la tranquilidad, no había nada mejor q empezar el año regándolo de amor. No iban a salir de su hogar pero no por ello no dejaría de ser una noche con brillo y elegancia. Él se vistió con unos zapatos italianos negros, pantalón de pinza a mismo color y una camisa gris marengo q le decoraba el torso, ella decidió vestirse con un senual vestido negro corto hasta la rodilla, q dejaba al descubierto su espalda, y dejaba su escote una puerta abierta a la tentación. Perfumados con sus aromas de deseo, disfrutaron de una cena donde reinaba el cariño, donde los platos servidos eran a base de delicadas palabras, sorbos de amor y postre en modo de pasión. No querían saber nada de nadie, mañana seria día para dar felicitaciones a familiares y amigos este momento..la noche era de ellos.
Se acercaba el momento, el año entraba en su anual agonía, televisiones repletas de presentadores, algunos de ellos ignorante numérico, otros dedicando el año a toda su familia, es típico tormento anual. Ellos se regían por esa música q anunciaba las puertas abiertas de una nueva década, un ding dong..q ellos transformaban en besos exclusivos, mientras otros iniciaban su borrachera, ellos se desnudaban sus miradas se hacían mano, mientras algunos hipócritas hacían su noche en falsos saludos, ellos se acariciaban..Acariciaban sus pieles no había ningún invitado, sólo la espía luna q celos tenia. Se respiraba un clima de oro al brillar sus cuerpos desnudos en esa primera noche en el cual su amor levantaba el año. La cogió en brazos..llevándola hasta la cama, donde su desnudez era tan simple como era ser todo, piel rosada aroma de la más bella rosa del jardín, pequeña gran desnuda. Creciendo en ella su excitación, en él su miembro le llamaba al deseo, recorrió todo su ser..haciéndole el amor desde los talones hasta besar sus labios, acariciar su pelo llenándolo de brillo al éste ser acariciado de la mano de la ternura. Pecho en pecho paseando y siendo saboreado , sus pezones de firmes relieves hacían llamamiento de él..lámeme de tu cálida lengua, le susurraba ese excitante y pequeño erotismo q en ella afloraba siendo vista desde la extensa pasión q los inunda. Por cava esa agua sexual q emana cada poro de su piel, bebiéndose de delirio por tanto sentido. Él la penetra..ella se abraza a su cintura, noche de mil remolinos, ésta les habla..pero ellos están sordos por amor.
Ella lo posee en un instante donde sus labios son dueños de él...todo su cuerpo es lamido por el fuego de su lengua, el sexo de él cubierto de amor, acariciado con delicadeza para alcanzar su éxtasis..ella no nota lo siente..los dos sentados..él abrazando la naturaleza de sus pechos, a garrandola con fuerza, ella en sensualidad sobre él, llegan doce campanadas más estas convertidas en seis gemidos y seis temblores q armonizan en sus cuerpos recién amados. Ahora la noche sigue en la calle, en ellos la noche sigue en el fondo de un abrazo, contemplando su felicidad, ese momento q han abierto al nuevo año..y es como mejor se da la bienvenida al siguiente día, un día más, un año más de donde el deseo , pasión, amor, en ellos serán fuente inagotable. Ahora sus miradas se duermen..pero sigue en conversación las caricias..de su amor.